en torno a la castidad.... más de uno seguro que se siente identificado. Al menos yo me reconozco de cuando en cuando viviendo en la frontera de los afectos, porque amar no lleva libro de instrucciones y porque el amor de Dios a nuestras vidas llega por las vidas de otros y otras, y no hay que esconderse ni evitar que a veces se produzcan destellos (preciosos, por otra parte) que nos des-coloquen y fuercen a volver a elegir con el corazón el AMOR de nuestras vidas. Cada uno sabrá. El mío está comprometido con el Señor de la vida y con todas sus critaruas.
Compañero,
nos volverá a pasar...
dejarnos casi todo
en un engaño delicioso
de lúcida debilidad.
nos volverá a pasar...
fingir sorpresa
ante los besos con nombre
de afilada soledad.
nos volverá a pasar...
creernos por un ratito
que estos besos
no se podrán olvidar.
nos volverá a pasar...
frecuentar la frontera
con el paso lento
para que nos puedan alcanzar.
Compañero, lo sabemos
pero nos volverá a pasar.
8 comentarios:
Querido Ujeda (Muelas)
Recordaba tus pinitos poéticos (en el noviciado dejaste un pequeño librito con algunas te tus poesías)
Mil gracias por poner palabra, y palabra poética a lo que nos volverá a pasar.
Desde Liberia, haciendo un maestrillo a la intemperie pura y dura, tus versos hieren, duelen, curan, reconfortan.
Saborear la frontera, cruzarla a ratos... qué riesgo, pero cuanto aprendido.
Cuando nos volvamos a ver ya comentaremos.
Un abrazo compañero.
Miguelón... !Touché!
Gracias Pau y Dani... bien sabemos que la vida dá mucho más de sí de lo que barruntamos con las palabras, pero cuando a uno las palabras le salen de los labios entre tibias y atrevidas, como con vergüenza, siempre es un consuelo que puedan servir de asidero al corazón de otros.
Pau en Liberi, Dani en Boston, Miguel en Madrid... a película, pero es realidad. Compañía universal, sí Señor.
Ciertamente me identifico. Ya lo creo que nos volverá a pasar y...menos mal. Señal de que estamos vivos. Ojalá nuestro corazón no se agote con los destellos... y podamos seguir eligiendo al Señor de la vida.
Importante lo de sentirnos compañeros, pues...nos volverá a pasar. Que no nos falten los compañeros.
y bendito sea Dios... prefiero sentir y que me llamen desordenado... para sentir después que Él me llama, me espera y me quiere... a tener horchata en las venas.
De esos sobran.
Vivan los afectos, aunque a veces nos acerquen al precipicio.
Miguel,
Gracias por tu post, que me hace pensar sobre el Amor de Dios. Muy bonito y verdadero.
Gracias a Zé Maria, que me ha hecho pasar por ca y leer un texto muy bueno.
Besos
Miguel, hermosa reflexión.
Gracias a todos por el blog.
Que El Señor les siga bendiciendo.
Mario
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