24 noviembre 2006

El universo sobre mí


EL UNIVERSO SOBRE MÍ

Seguro que la has oído bastantes veces. Últimamente no tanto, pero apuesto a que en tu mp3 o ipod, o en esa cadena de radio que sintonizas habitualmente ha sonado con frecuencia. Seguro que a veces te han dado ganas de cantar, en voz alta, para que te oiga todo el mundo, lo mismo que Eva Amaral:
Quiero vivir, quiero gritar, quiero sentir el universo sobre mí, quiero correr en libertad, quiero llorar de felicidad, quiero encontrar mi sitio, sólo encontrar mi sitio.
Y me alegro de que sea así, de que te entren ganas de cantar en voz alta que estás buscando, que no acabas de encontrar tu sitio. Es señal de que estás vivo/a, de que no te acomodas, de que quieres pelear “tu lugar en el mundo”. También puede ser señal de que no todo es tan perfecto, tan feliz, tan hermoso como nos quieren vender y como tenemos que aparentar. Quizá tú también sabes que hace mucho tiempo que te cuesta sonreír. Quizá tú también te sientes solo/a en medio de un montón de gente. Sí, tú no te puedes engañar a ti mismo. Agrádecelo. No es cómodo, no es fácil. Pero estás vivo y en búsqueda.
Y mira tú por donde hace muchos años a una mujer desconocida le pasaba lo mismo. Buscaba agua que le permitiera vivir el día a día, ir tirando. Y se encontró con alguien (Jesús se llamaba) que le dijo: “Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le dé no tendrá sed jamás”. A lo mejor te suena la historia (capítulo 4 del Evangelio de Juan). Sigue estando de actualidad. Acércate a quien tiene para nosotros un alimento que no conocemos. El intento puede merecer la pena. Puede que sin saberlo empiezes a vivir, a gritar, a sentir el universo sobre ti. Habrás encontrado tu sitio.

1 comentario:

Javier Montes sj dijo...

¡Qué bueno Nacho!, que te hayas estrenado en nuestro blog. Muy inspirador. Gracias