09 marzo 2007

El niño

Tormentas de nubles paradas danzan como estatuas sobre la playa.
En un rincón de arena, el niño juega. En un momento, alza sus brazos hacia el cielo y coge una a una las nubles. Con gestos de ansiedad, desorganiza el cielo en su regazo, buscando el sol dentro de cada nuble.
Sus juegos están ahora abandonados.
Aniñándose agotado, cubre su rostro con las manos para que nadie conozca sus lágrimas.
La noche entra en la playa.
En pié, el niño se despide del mar guardando en su mano un brote. Lentamente, regresa a su casa. Sus pies aprenden de nuevo el camino y sus ojos inquietos esperan encontrar luz en las ventanas.
La madre lo mira desde el ojo de la puerta y no sabe quien es el.
Lleno de temblor, el niño grita:
- Mama, soy Juan!
Abriendo la puerta cerrada, la madre llora como se hubiera perdido su hijo
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1 comentario:

Sergiosj dijo...

Gracias por tanta inspiración, Ze María. A veces una buena narración provoca mucho bien.