24 febrero 2007

Semillas

Ni más ni menos. Semillas. Pequeñas y limitadas. Semillas. Los árboles y las malas hierbas os perderán el respeto. Sencillas. Eres una semilla que nace de la mano de Dios. Tienes una capacidad tremenda de crecimiento. Unas enormes posibilidades de dar vida. Cantidad de flores para los demás se albergan en tu pequeñez. Sin embargo ahora, hoy, no eres más que una simple semilla. Y te pregunto…¿brilla?

Para poder dar fruto necesitas pasar por días de invierno, primavera, verano y otoño. Otra vez invierno, primavera…y vuelta a empezar. Necesitamos que se nos caigan algunas hojas, algunas ideas, algunos deseos. Necesitamos otoño. También necesitamos un tiempo de desnudez interior. Sentir el frío. Experimentar nuestros miedos y defectos, nuestras limitaciones. Necesitamos invierno. Para reflexionar, cuestionarnos nuestro futuro, disfrutar del silencio y, en ese silencio, notar cómo aparece Dios. Un Dios que nos hace pasar por otoño e invierno para poder llegar a la primavera.

Sin nuestros otoños, nuestras crisis, nuestros dolores, nuestras inseguridades, no podemos florecer. No llegaremos a ser una planta liberada y auténtica. Sin el abono enriquecido con nuestros defectos no tenemos oportunidad de crecer. De madurar. Tan sólo después de haber pasado el frío del invierno podemos percibir la luz de la primavera. Entonces, sólo entonces, cambiaremos por fuera aquello que hemos cambiado por dentro. En el silencio de Dios. Y después seremos la planta más bella jamás vista (por ser única e irrepetible) y todos los sufrimientos pasados cobrarán su sentido.

Más tarde llegará el calor y el agobio de las altas temperaturas. Volveremos a equivocarnos y a arriesgar, poniendo nuestra fe en cada nuevo proyecto, en cada nueva ilusión. Necesitamos soñar. Necesitamos verano…

Y cuando acabe el verano nuestras hojas temblarán de nuevo. Uno no acaba de hacerse nunca: siempre está naciendo y muriendo a la vez.
(colaboración de nuestro compañero Guillermo Fernández-Amigo sj)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias

Anónimo dijo...

knirew...lo antiguo todavía no se ha ido y lo nuevo está por llegar...una continua crisis...
los frutos son todavía más preciados si cabe...gracias