12 febrero 2007

Pato subversivo


Me encuentro como los patos
que hinchan para la matanza,
con más hígado que cerebro.

Como a tantos otros,
nos ensanchan las tragaderas
con pienso dogmático.

Uno se traga casi cualquier cosa
porque el embudo es, sobre todo,
completamente incuestionable.

Aquí te ceban porque “es lo que toca”.
“Nos ha pasado a todos” dicen.
Consuelo de tontos, digo.

La pregunta es sospechosa
y el que propone, subversivo
con derecho a bofetadas.

Me niego a esconder el pescuezo,
o cerrar los ojos y la boca,
como si nada pasase.

"la Teología son datos";
"primero hay que conocer";
"el examen es fundamental".

Dios mío,
¿alguna vez nos tratarán como adultos?
“Hijo mío, no lo creo”.

Claro, para eso hay que bajarse
del pedestal de la inerrancia
que algunos han asumido.


en apoyo de Agui y Machanguito.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amén.

Un filósofo sj.